Los 5 pueblos más bonitos de León para una escapada de un día

La provincia de León es un auténtico tesoro para quienes buscan combinar naturaleza, historia y gastronomía. Aunque la capital acapara muchas miradas, a pocos kilómetros encontramos pueblos llenos de encanto que merecen una visita. Perfectos para una escapada de un día, estos destinos ofrecen paisajes únicos, arquitectura tradicional y la calidez de la hospitalidad leonesa.

A continuación, te presentamos los 5 pueblos más bonitos cerca de León, todos ellos ideales para disfrutar sin prisas y regresar a la ciudad en la misma jornada.

1. Astorga

Distancia desde León: 45 km – 35 min en coche.

Astorga es una joya monumental que combina la herencia romana, medieval y modernista. Su impresionante Palacio Episcopal, diseñado por Antoni Gaudí, es uno de los pocos edificios del arquitecto catalán fuera de Cataluña. La Catedral de Santa María, el Museo del Chocolate y el trazado romano de la ciudad son visitas obligadas.
No te pierdas sus murallas, la Plaza Mayor con el reloj autómata y, por supuesto, un buen plato de cocido maragato, que se sirve “al revés”: primero la carne, después los garbanzos y verduras, y por último la sopa.

Además de sus monumentos, Astorga conserva un ambiente acogedor y muy animado, especialmente en verano y durante la Semana Santa, cuando las procesiones llenan sus calles de tradición y color. El casco antiguo, con sus callejuelas y plazas, invita a pasear con calma, descubriendo pequeñas tiendas y cafeterías con encanto.

Otro de sus grandes atractivos es su ubicación estratégica como cruce del Camino Francés y la Vía de la Plata, lo que la convierte en un punto de encuentro para peregrinos de todo el mundo. Esto aporta un ambiente cosmopolita y culturalmente rico, ideal para los amantes de la historia viva.

2. Castrillo de los Polvazares

Distancia desde León: 50 km – 40 min en coche.

Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Castrillo de los Polvazares es un ejemplo perfecto de la arquitectura maragata, con calles empedradas y casas de piedra con portones de madera. Se encuentra a tan solo 5 km de Astorga, lo que lo convierte en una visita perfecta para combinar en el mismo día.
Es famoso por sus restaurantes especializados en cocido maragato y por ser un lugar donde parece que el tiempo se ha detenido. Ideal para pasear con calma y disfrutar de una comida en uno de sus mesones.

La conservación de su arquitectura no es casualidad: Castrillo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980, lo que garantiza que las nuevas construcciones respeten el estilo tradicional. Pasear por sus calles es como entrar en un museo al aire libre de la cultura maragata.

Durante las fiestas patronales, el pueblo se llena de música tradicional, bailes y trajes típicos, ofreciendo al visitante una inmersión auténtica en las costumbres de la comarca. Es también un punto fotográfico muy buscado por quienes viajan por el Camino de Santiago.

3. Hospital de Órbigo

Distancia desde León: 35 km – 30 min en coche.

Este pueblo es conocido por su espectacular Puente del Paso Honroso, una construcción medieval sobre el río Órbigo que ha sido testigo de leyendas caballerescas. En el siglo XV, el caballero Suero de Quiñones desafió aquí a todo aquel que quisiera pasar, en un torneo famoso que se recuerda cada año con la Justa Medieval.
Estas justas se celebran el primer fin de semana de junio, transformando el pueblo en un auténtico escenario medieval con caballeros, damas, mercadillos y espectáculos al aire libre.

En junio, la localidad se llena de color y vida con la recreación de este torneo, atrayendo a visitantes de toda España. Es un evento perfecto para familias y amantes de la historia, ya que combina diversión, cultura y ambientación histórica.

Además, la zona ofrece rutas de senderismo y bicicleta que recorren las riberas del Órbigo, ideales para un día de naturaleza. En invierno, el pueblo adquiere un aire tranquilo y melancólico, perfecto para quienes buscan calma y un paseo junto al agua.

4. Peñalba de Santiago

Distancia desde León: 120 km – 1h 45 min en coche.

Ubicado en el corazón del Valle del Silencio, en la comarca del Bierzo, Peñalba de Santiago es un destino mágico rodeado de montañas. Sus casas de piedra y pizarra, sus calles estrechas y su famosa iglesia mozárabe lo han convertido en uno de los pueblos más bonitos del país.
El entorno es perfecto para los amantes del senderismo, con rutas como la que lleva a la Cueva de San Genadio. En otoño, sus paisajes se tiñen de tonos dorados y rojizos, ofreciendo una experiencia única.

El origen del pueblo se remonta al siglo X, ligado a la figura de San Genadio, obispo de Astorga, que buscó aquí un lugar de retiro espiritual. Este pasado monástico se respira todavía en el silencio y la paz que envuelven el lugar.

Visitar Peñalba es también una oportunidad para degustar la gastronomía berciana, con platos como el botillo, las empanadas y los pimientos asados. Muchos viajeros aprovechan para combinar la visita con otras localidades cercanas como Molinaseca o Ponferrada.

5. Balboa

Distancia desde León: 140 km – 1h 50 min en coche.

En pleno Bierzo, Balboa es un pequeño pueblo que sorprende por su tranquilidad y belleza. Su principal atractivo es el castillo medieval, que domina el valle, y sus pallozas tradicionales, construcciones circulares de origen celta con techos de paja.
Durante el verano, Balboa se llena de vida con festivales de música, mercados artesanos y actividades culturales. Es un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

La riqueza cultural de Balboa se aprecia también en su arquitectura popular, que combina piedra, madera y pizarra, creando un conjunto armonioso y fotogénico. El entorno natural invita a realizar rutas a pie por los montes cercanos, especialmente en primavera, cuando los prados se llenan de flores.

Su ambiente relajado y la hospitalidad de sus vecinos hacen que muchos visitantes repitan la experiencia. La gastronomía berciana aquí se vive con autenticidad, con pequeños restaurantes y mesones que sirven comida casera elaborada con productos locales.